martes, 21 de febrero de 2012

En esta noche oscura


Ahora no puedo ver, ni recordar
Los mundos extraños que recorrí…
No tengo necesidad de mirar atrás
Soplar sobre las cenizas del ayer
Ningún aliento queda
Ni tampoco queda soledad.

En esta noche oscura
Quisiera verte caminar
Quisiera ver que el dolor se ha ido
En esta noche oscura
Quisiera verte iluminar
Quisiera ver que el mismo llanto
Cubre de cenizas tu oscuridad.

Algún camino que dibujé para caminar
Extrañas personas que creyeron en mí
No recuerdan la noche que quedó atrás
Ni para que intentar prevalecer
Ningún aliento queda
Ni tampoco queda ambigüedad.

En esta noche oscura
Quisiera verte amar
Quisiera ver que el dolor se ha ido
En esta noche oscura
Quisiera verte estimular
Quisiera ver que el mismo llanto
Cubre de sonrisas tu oscuridad.

Ahora no puedo ver, ni recordar
No sé quién soy, ni tampoco quien fui
Ídolo de barro o de oro quizás
Mi vida se empieza a desvanecer
Ningún aliento queda
Ni tampoco queda ansiedad.

En esta vida oscura
Quisiera verte amar
Quisiera ver que el dolor se ha ido
En esta noche oscura
Quisiera verte caminar
Quisiera ver que el mismo canto
Cubre de sonrisas tu oscuridad.

En esta noche oscura
Quisiera verte caminar
Quisiera verte iluminar
Quisiera verte amar
Quisiera verte estimular
Quisiera ver que el mismo llanto
Cubre de sonrisas tu oscuridad.

By: Fernando Montaña Rosas
-2012-

domingo, 19 de febrero de 2012

El guerrero del fuego

Escucho el clamor de mi soledad
a lo lejos un espanto me oye entrar
escondo mi sombra de la luz
y en un haz me subo y encuentro
las  mismas paredes
las mismas arañas
los mismos engendros
los mismos recuerdos que en cada átomo
atormentan los recodos de mi memoria.


Una trémula luz ilumina
el viento frío escapa, libre
cadenas atando cuerpos de estrellas
y las viejas esperanzas muertas.


Padre, dime que hice mal?
mi espada de fuego, quema
Padre, dime donde te escondes
soy un guerrero sin guerra.


Jinetes negros y blancos
sobre sombras de caballos
el cortejo fúnebre y carrozas
negros galgos como lobos asesinos
blancos colmillos brillan a la luz de la luna
un paso al frente y mis recuerdos resucitan
tomo mi espada y mi yelmo
mi escudo de fuego ilumina
esta fría noche de invierno.


Padre, dime a donde se han ido?
he vencido con mi espada de fuego
Padre, dime donde te escondes?
pues he venido a terminar con tu vida.


By: Fernando Montaña R.
The old book of conjuring - 2000





Intro/G (en tus brazos)

En 1349, en la intersección de caminos
ya entrado el otoño, sobre el monte del diablo
al amanecer, en el árbol del destino,
cuelga el cuerpo de un hombre
que no resistió la culpa adquirida
por pertenecer a la raza humana,
una especie condenada a la destrucción
a su autodestrucción...


G


En la caverna son las doce
y espero la ascenciòn de Oriòn 
con tu mirada y en tus ojos
se refleja la luz de la luna, llena, tenebrosa...


No espero el advenimiento del tiempo
contemplo tu dulce sonrisa
y en los labios se dibuja el hechizo
mis manos sudan y sangre brota por mis poros


Siento en tus besos el veneno de mi alma
y al despertar del baile del aquelarre
mi mente confundida grita de espanto
el sol directo a mi cara, tus ojos, tu hechizo...


El movimiento de tus manos,
el fuego juega con tus cabellos
das un paso al pasado, a una anterior vida
sobre el castillo, hacia tu muerte...


Es la seducción de la Luna  de otoño
no soporto éste cortejo de la muerte
será mejor terminar pronto con ésto
elijo ser cobarde y escapar de ti. 



Siento en tus besos el veneno de mi alma
y al despertar del baile del aquelarre
mi mente confundida grita de espanto
el sol directo a mi cara, tus ojos, tu hechizo...


El santo trueno cruza la fría noche
parte el principio del fin y el bien del mal
la fè en mis principios muere como yo... en soledad
las llamas en la hoguera me recuerdan...


Me recuerdan el paso por tus brazos
y aún oigo cantar los viejos conjuros al viento
tu risa retumba en el interior de mi cabeza
y el veneno de tus besos hace presa de mi...



Siento en tus besos el veneno de mi alma
y al despertar del baile del aquelarre
mi mente confundida grita de espanto
el sol directo a mi cara, tus ojos, tu hechizo...


Me espera la rama del árbol del destino,
del futuro, del pasado, del presente,
el tiempo es una invención humana,
escaparé de él colgado... y formaré parte de ti.


By: Fernando Montaña R.


The old book of conjuring - 2000

III. El anochecer de los dioses

La gran roca agoniza
a sus hijos no importa
para tu venganza
el cielo negro devendrá
el silencio de la muerte
anuncia al clérigo rojo
ciencia y muerte, lluvia,
lluvia negra de negros velos
teñido de blanco hueso
la gran diosa... olvidada
degollad al cordero
y lentamente su sangre
derrite la vida malvada
llevando consigo a su tumba
a los dioses de oriente a occidente...

Ambivalencia, ausencia de poder
escribas en los portales de la muerte
dominios de la noche, dominios de la luz
cuando su propia existencia es olvidada

Siempre quise abrir los campos del silencio
sobre megalitos ancestrales, clavar mi espada,
los violines han callado y mi reino expirado
los hombres han muerto y tu rostro, destruido...

Septuaginta, desde el mar muerto
despierta al olimpo
sus bienes de deseo
la maldad de sus mentes
corre por el portal del sur
rompiendo la conciencia
de dioses desde el fin
de la no historia,
hasta los laberintos
de los monjes eternos,
espía errante de dioses,
manuscrito de Ormuz
entrega al hombre
su espada por la espada
la muerte de sus hijos....


Ambivalencia, ausencia de poder
escribas en los portales de la muerte
dominios de la noche, dominios de la luz
cuando su propio grito es olvidado...

Acallada por el inmenso fervor de su alma
se enciende en silencio a la tortura de la mente
y como centauros armados con dragones del averno
sobre la roca abofetea la estúpida conciencia humana.

La gran roca agoniza
la palabra escrita arde
Ramadantis desde los campos elíseos
invoca a los cielos
desde el olvido
desde el tiempo
desde los laberintos
del silencio
de la tristeza infinita
desde el anochecer de los dioses...


Ambivalencia, ausencia de poder
escribas en los portales de la muerte
dominios de la noche, dominios de la luz
cuando su propio grito es olvidado...

By: Fernando Montaña
-El anochecer de los dioses-
1999