lunes, 23 de enero de 2012

23 de Enero de 2011


Era infinito el amor que ese día apareció
Era la perfección de la espontaneidad,
Recuerdo la sensación de tu piel
y el embrujo de tus rojos labios 


Era infinito el amor q ese día apareció
Se posó entre nuestros brazos y ante tu mirada tierna
Contagiaba sin permiso mi  corazón desarmado
Sin tregua en conspiración el sacrificio de mi soledad
Esculpiendo en el alma con tus labios sedientos

Era la perfección de la espontaneidad,
Al llevar tus miedos, a fracasar a la orilla del mar
Mientras en un beso nuestras almas danzaban
Nuestros silencios se llenaban de razón.

Recuerdo la sensación de tu piel
Mientras recorrían mis manos tu cuerpo
Llenando de esperanza el atardecer
Buscando al norte de tu despertar

Mi mente estuvo en coma cuando te alejaste
El infinito tuvo su trágico fin sin aviso
El viaje a los confines de tu mente
Fue un infierno nocturno de soledad

Ninguna razón apareció solícita en el horizonte
Todo fue confuso y negro después del fin del infinito
Ensangrentado volví a la orilla y al abrir los ojos
Vi como me alejaba impulsado por el cierzo de tu adiós.

Era infinito el amor que ese día apareció
Era la perfección de la espontaneidad,
Recuerdo la sensación de tu piel
Mientras el embrujo de tus rojos labios … 
detenían el tiempo en esa tarde de verano.

By: Fernando Montaña