Cuando la
sombra cautiva de tu espíritu se eleve
Hasta los
confines de la eterna conciencia
Y explote
como un huracán sensual flotante,
Al menos en
alguno de tus fugaces sueños
Nos
encontraremos
Con las
cortinas cerradas y el sol en el poniente
La liturgia
incesante de tus caricias errantes
En la
memoria de tus deseos más ocultos
Al menos
allí estaré esperando que el cierzo te traiga
Y allí nos
encontraremos
Con otras
voces incesantes
Hacia el
umbral de tu mente
Mientras nuestras
envolturas carnales
Se entregan
al misterioso vals
Nuestras
mentes se fugarán
Hacia el
jardín de las delicias
Cuando la
sombra cautiva de tu espíritu, escape
Mientras
nuestras envolturas carnales danzan
Al ritmo de
las glándulas lascivas
Nos fugaremos
de este mundo hasta llegar
Más allá de
lo permitido, hasta el jardín de tus delicias.
By: Fernando Montaña
By: Fernando Montaña
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